El reportaje es un género informativo que describe un hecho
sin incluir opinión o valoración del periodista.
Cumple en gran parte las mismas funciones que la noticia y presenta
bastantes elementos comunes, sobre todo que el periodista mantiene la objetividad
en la presentación de los hechos. Sin embargo, tiene sus propios
rasgos característicos que le diferencian de la noticia.
Quizá el más evidente es que su extensión generalmente es
mayor. El reportaje, por tanto, permite al periodista ofrecer un mayor número
de datos complementarios que cuando redacta una noticia en la que debe ceñirse
a los elementos esenciales, dada la limitación de espacio con la que trabaja.
También encontramos diferencias en lo que se
refiere al lenguaje. En el caso de la noticia ya sabes que se aplican unas
normas estrictas y un lenguaje bastante definido. En el reportaje el periodista
disfruta de una mayor libertad expresiva siempre limitada por la función de
informar. Si escribes un reportaje, podrás utilizar algunas estructuras
sintácticas poco frecuentes en las noticias, o elaborar descripciones más
creativas, pero no se te puede olvidar que lo que pretendes ante todo es
informar con profundidad al lector de unos hechos determinados.
El reportaje objetivo consta de dos partes:
el lead y el cuerpo del mismo. El lead pretende ganar la atención
del lector desde la primera frase, a diferencia del lead de la noticia que
tiene como función prioritaria condensar la esencia de la noticia.
En el cuerpo el periodista
tampoco tiene que ceñirse a la estructura de la pirámide invertida casi
obligatoria en las noticias. Además de aplicar esta estructura cuando la estime
conveniente, el periodista puede combinar datos esenciales con datos
complementarios para mantener el interés del lector y la intensidad del relato.
Recuerda entonces que en el reportaje no es obligatoria la exposición de los
datos en estricto orden decreciente de importancia.
Otro tipo de reportaje es el reportaje
interpretativo que sí presenta unas diferencias muy significativas frente al anterior, pues el periodista
relata un hecho de actualidad pero introduce también determinados juicios de
valor.
Los reportajes interpretativos suelen tener
una gran creatividad: la libertad lingüística es total, la estructura del
relato es libre. El autor puede llegar a recrearse con su propio estilo
literario buscando la originalidad. Todo, o casi todo, le está permitido
siempre y cuando interese al lector.
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